La trata de personas es un delito que consiste en el
secuestro, el traslado o la acogida de seres humanos por medio de la amenaza,
la violencia u otros mecanismos coercitivos (estafa, abuso de una posición
dominante, etc.).
Considerada como la esclavitud moderna, la trata de personas
implica la compra y venta de personas, donde la víctima está sometida a la
autoridad de otro sujeto. Lo habitual es que la trata se realice con fines de
explotación, obligando a trabajar a la persona en la prostitución u otras
tareas análogas a la esclavitud.
Las estadísticas indican que la trata de personas es la
tercera actividad ilegal más lucrativa, por detrás del narcotráfico y del
tráfico de armas. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) afirma que cerca
de dos millones y medio de individuos son víctimas de este flagelo en todo el
mundo.
Aunque la finalidad más habitual de la trata es la
explotación laboral o sexual, también se registraron casos de víctimas
sometidas a la servidumbre, a la explotación para la mendicidad (en el caso de
los niños), al tráfico de órganos o hasta a la guerra.
Los factores constitutivos de la trata de personas incluyen
el acto (aquello que se realiza: atrapar, secuestrar, movilizar, acoger
víctimas), los medios (la manera en que se lleva a cabo: a través de la
violencia, las mentiras, etc.) y el objetivo (para qué se concreta:
explotación, trabajos forzados, extracción de órganos).
Se puede decir que la trata de personas consiste en la
esclavitud del siglo XXI y es uno de los delitos más comunes y
que mueve mayor cantidad de dinero en todo el mundo, después del tráfico de
drogas y de armas. Cada vez que se comete este delito, se violan todas los
derechos humanos en una misma persona, corrompiendo no sólo su libertad sino
también su integridad física y emocional.
Las víctimas de este crimen suelen ser
personas vulnerables, sobre todo mujeres, niños y hombres en condiciones
físicas o económicas delicadas; acostumbrados a la discriminación y que no
oponen una gran resistencia. Este negocio consiste en enganchar, reclutar y secuestrar a
través del engaño a cientos de víctimas que, una vez dentro del sistema de
ilegalidad, no tienen alternativa ni escapatoria.